"Mucho ruido y pocas nueces “

Por: Dr. Tupaclá Rumiru

      Dicen que esta frase "mucho ruiido, pocas nueces" generalmente salió del cerebro de los políticos contemporáneos que hacen tanto alboroto, hablan, hablan y prometen, y al fin de cuentas no hacen nada, casi nada y no te entregan todo lo que prometen hacer a tiempo. 

      Aunque su origen nació en 1597, en una estrategia usada por el capitán Hernán Tello de Portocarrero para que sus tropas españolas pudiesen ingresar en Amiens, durante las guerras de Flandes. El militar habría arrojado intencionalmente unas canastas llenas de nueces en el ingreso principal a dicha plaza enemiga, provocando mucho ruido y la distracción de los vigilantes. 

    Desde entonces esta frase es aplicada a aquellos casos en que hay demasiados preparativos o alardes y las consecuencias o los contenidos son pobres o bien no alcanzan a satisfacer las expectativas de la ciudadanía. En Playas, en los veintidós años de cantonización, han pasado por la administración municipal algunos alcaldes tirando unas especies como “nueces” para hacer tanto ruido y distraer así a sus electores. Te hacen bulla en las tarimas, en la radio, en la TV y en los periódicos locales. 

     Por ejemplo, las fiestas son las que más ruidos hacen, comenzando desde su promoción. Anteriormente un alcalde te daba cantantes y por lo menos canelazo gratis. Un chiro podía ver de cerca y hasta tocarle, por lo menos, los pies al artista en la tarima. Este año, por primera vez, tenías que pagar para ver a tus artistas favoritos de cerca y el trago te lo servían en la mesa, en una sala vip con toda comodidad, si tenías la plata por supuesto. 

      En lo que tiene que ver con las obras de infraestructura, el mismo alcalde te promete supervisar el trabajo las 24 horas del día para que el contratista entregue una calle bien asfaltada. Acuérdense de la avenida Sixto Chang con la administración de Paquito Correa; dos veces asfaltada sin resultados favorables. Dice el actual alcalde que garantiza que la tercera es la vencida. Cualquiera dería lo mismo, contando con la buena ayuda económica que le dió el Presidente Correa  para estas vías de emergencia. De lo contrario, pasabamos otro año más sin calles reconstruidas. 

       Recuerdan el asfaltado del callejón detrás del cine antiguo. Se hizo mucha bulla y la callecita se hundía en una esquina a lado de una buena alcantarilla de aguas lluvias. Ahora parece que le han pasado una lamida de gato para repararla.  

       También te ofrecen entregarte tal o cual obra a tiempo. En algunos casos, a tiempo no te entregan nada. Como pescador que soy, y como me la ofreció mi querido alcalde, este 15 de agosto, estaba tan ilusionado con ver ya terminada a mi avenida del Pacífico, que es la verdadera avenida de nosotros los pescadores. Y natilla de coco, hasta el momento, como dice Tomatito. Espero ver mi calle bien asfaltada antes de morir. 

     Y así podemos mencionar algunas más en este mundanal bullicio. Por el momento, yo seguiría con la “onda de David”, pero la de mi amigo David Tomalá Cruz, que prefiere taparse los oídos y conformarse con las pocas nueces.